PROYECTO NOCILLA: «Nocilla dream».

Nocilla Dream (2006) es la primera de las novelas que forman la trilogía Proyecto Nocilla. Este primer libro está formado por una serie de relatos independientes, es decir, no siguen un orden de capítulos. Ello no quiere decir que las historias no se retomen, sino todo lo contrario: se van retomando a lo largo del relato, aunque algunas son completamente independientes. De este modo se crea, tal y como apunta en el prólogo Juan Bonilla, un efecto de collage. Son historias misteriosas sin un argumento previsible, que el autor sustenta con capítulos que tratan sobre física, es decir, fractura las historias de la novela para introducir la ciencia. Precisamente las historias completamente independientes son, en la mayoría, las que tratan temas de física.  Ello obedece a que su autor, Agustín Fernández Mallo, es licenciado en física.

Los espacios en que se desarrolla esta novela, se sitúan entre España y Estados Unidos. Así pues se nos habla tanto de Nevada como de Albacete o Madrid. La historia comienza mencionando la carretera que une las ciudades Ely y Carson City, entre las que hay un álamo, en el cual hay colgadas zapatillas. Podríamos decir que ese árbol en el que personajes como Falconetti cuelgan las zapatillas Nike, o donde John abandona a Linda es el elemento que relaciona todas esas historias. Además ese árbol también aparece en los ciento veinte cuadros que pinta Margaret, también personaje del texto, y guarda en su piso de Madrid. A parte de este árbol aparecen otros como en el que los presos cuelgan sus excrementos, o el de Mozambique. Pero el elemento principal es el álamo que une las dos carreteras desérticas.

Cabe destacar que el libro que lee todos los días Jorge Rodolfo, El hacedor de Borges, fue una obra de Agustín Fernández Mallo, quien la tituló El hacedor (de Borges) Remake. No obstante la viuda del ilustre escritor, María Kodama, lo tomó como un plagio y el libro fue retirado del mercado. Puede que con la aparición de esta obra en Nocilla Dream, Fernández Mallo, apasionado de la literatura hispanoamericana, quiera hacer una exaltación de Borges. Jorge Rodolfo, en el capítulo 77 afirma haber perdido la fe en Borges, y es por ello que no va a trabajar. Pero en el capítulo 95 se retoma esta historia, y el propio personaje decide hacerle un templo a Borges.

En relación con su acusación de plagio, en el capítulo 85 se alude a las imitaciones de distintos objetos por parte de la cultura china: “hace tiempo que los chinos copian todo lo Occidental pero introduciéndole nuevas trasformaciones; lo customizan”. Con esto probablemente nos esté diciendo que no se trata de plagios, sino de trasformaciones que, en ocasiones, pueden mejorar esos objetos.

Podemos ver elementos de la locura propios de autores como Maupassant, Poe, Hoffman o Cortázar… Los encontramos, por ejemplo, en el capítulo 44, donde Hans se pregunta por qué le regalan cuchillos en el trabajo y enloquece de tal modo que traza un plan para asesinar a la gente. Dichos elementos de locura los que nos crean todavía más esa atmosfera misteriosa. Por ejemplo en un capítulo no nos queda claro si el personaje ha muerto, pero en el siguiente se nos dice claramente que ha muerto.

No debemos olvidar mencionar las referencias que hace el autor a la informática. En el libro se nos habla del sistema de escritura binario, el que usan los ordenadores, que se trata de una codificación de números por medio de la cual se pueden escribir mensajes secretos. También en relación con la informática se hace una crítica al elevado coste de las redes de alta velocidad. Debido a ese encarecimiento no están al alcance de todos. La informática, como muchas otras disciplinas, va evolucionando y esto también se ve en la obra de Fernández Mallo, pues en el capítulo 45 aparece el CD-ROM. Actualmente casi nadie lo recuerda,  puesto que se ha sustituido por otros dispositivos, por lo que no es de extrañar que los niños no sepan usarlo.  En esto estoy totalmente de acuerdo, pues puede que dentro de unos años no existan los lápices ni bolígrafos, es decir, puede que todo esté informatizado.

Por otra parte, la dificultad que supone que las obras de un autor sean editadas por las editoriales, se refleja en el personaje femenino de Hannah, una programadora informática que escribe poesía y decide ella ser su propia editora. Cuando le ofrecen presentar su libro, prefiere no hacerlo, y empieza a repartirlas por distintos lugares. Una de esas poesías cae en manos de Ted, quien se enamora de ella. Esa autoedición nos recuerda a lo que actualmente podemos hacer en Amazon, que es mandar nuestra obra y que se comercialice.

En síntesis, lo que el autor ha querido hacer con esta novela es lo mismo que hicieron los vanguardistas, es decir, romper con la tradición, con las novelas tradicionales. Ese árbol, el álamo, es el elemento que conecta los episodios, igual que la red hace que todo esté conectado a su alrededor. De este modo  todos los episodios giran en torno al álamo, y gracias a este se conectan las historias. La novela ofrece una nueva literatura que no es lineal, pero que gracias a la repetición de conceptos podemos enlazar las distintas historias que se nos cuentan. Y en mi opinión creo que es un buen método para romper con la novela clásica lineal.

 

Bibliografía:

Fernández Mallo, Agustín (2006): Nocilla dream, Candaya.

http://es.wikipedia.org/wiki/Agust%C3%ADn_Fern%C3%A1ndez_Mallo

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